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Aldeamayor de San Martín, enclavada en la provincia de Valladolid, es una joya histórica y natural que invita a explorar su pasado milenario, sus monumentos singulares y su sorprendente riqueza botánica. Situada en el corazón de la comarca de Tierra de Pinares, la localidad se asienta en una tierra llana, apenas interrumpida por un pequeño páramo en su límite nororiental, y es un punto de encuentro entre la serenidad de los paisajes castellanos y la calidez de una comunidad con un rico legado cultural.
Los primeros asentamientos en Aldeamayor de San Martín datan de la Edad de Hierro, y desde entonces ha sido un lugar habitado por distintas civilizaciones que dejaron su huella en esta tierra fértil. Con el paso de los siglos, romanos y visigodos también hicieron suyos estos parajes. Prueba de ello es el descubrimiento de una casa de época romana, así como vestigios de poblados visigodos, hallazgos que dan testimonio de una historia viva y apasionante que se remonta a miles de años atrás. Los visitantes de hoy caminan sobre la misma tierra que pisaron aquellos antiguos pobladores, y pueden sentir, en cada rincón, la presencia de su legado.
En la urbanización de La Lanchuela, se encuentra uno de los lugares más llamativos y recientes de Aldeamayor: el parque botánico “El Jardín de las Delicias”. Con casi una hectárea de superficie y más de 64 especies diferentes, este jardín invita a un viaje por la naturaleza en su estado más puro. Es un espacio perfecto para los amantes de la botánica y para aquellos que buscan un rincón de paz en un entorno natural. A lo largo de los senderos, los visitantes pueden disfrutar de la belleza y los frutos de árboles frutales como almendros, membrillos, higueras, cerezos y manzanos, y deleitarse con los colores y sabores cambiantes de cada estación.
El alma arquitectónica de Aldeamayor de San Martín se encuentra en la Iglesia de San Martín de Tours, un imponente edificio que marca el horizonte de la localidad. Declarada Bien de Interés Cultural, esta iglesia es un viaje a través del tiempo, con sus diferentes etapas de construcción entre los siglos XV y XVII que reflejan una amalgama de estilos y técnicas arquitectónicas. Su interior, de grandes naves y bellos retablos, es un espacio solemne y evocador. Aunque la iglesia ya no alberga la célebre cabeza de San Juan Bautista, una obra del renombrado escultor Juan de Juni que ahora se encuentra en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, sigue siendo un lugar que conserva su carácter sagrado y su peso histórico, cautivando a todos los que cruzan su umbral.
La vida en Aldeamayor de San Martín cobra un nuevo ritmo en el mes de agosto, cuando se celebran las tradicionales fiestas de San Roque. Durante estos días, el pequeño pueblo multiplica su población y se convierte en un hervidero de alegría, colores y sonidos. Las verbenas nocturnas llenan las calles de música y baile, y los encierros y dulzainas son espectáculos emocionantes que atraen a vecinos y visitantes por igual. Las festividades también incluyen teatro callejero y rutas etnográficas, que permiten descubrir la historia y cultura local de una manera lúdica y entretenida. Además, la gastronomía juega un papel esencial, y aquellos que llegan al pueblo en estas fechas pueden degustar delicias como las sopas de ajo, las tradicionales pastas de piñones y el exquisito lechazo, cocinado a la manera tradicional y que, sin duda, representa la esencia de la cocina castellana.
Otro de los lugares emblemáticos de Aldeamayor de San Martín es el humilladero de San Roque, una sencilla construcción de planta rectangular que ha resistido el paso del tiempo y se mantiene como un símbolo de la devoción de sus habitantes. Con un tejado de tres aguas y una estructura de madera en su interior, el humilladero alberga un retablo rococó con la imagen de San Roque, el patrón de la localidad. Este pequeño santuario se convierte en el centro de las celebraciones el 16 de agosto, cuando tiene lugar la tradicional romería de San Roque, un evento que reúne a los habitantes del pueblo y a los visitantes en un momento de comunión espiritual y festiva.
A unos cuatro kilómetros de la localidad se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de Compasco, un destino de gran importancia tanto para los fieles como para los amantes de la naturaleza. Situada en la ruta de senderismo “Donde los pinos sueñan”, este camino lleva a los visitantes a través de frondosos pinares que guardan un encanto especial. En el recorrido destaca el Pino Carranza, o “de la Tía Hilaria”, un majestuoso ejemplar de 22 metros de altura y un perímetro de casi 4 metros. La ermita alberga en su interior una bella Virgen con Niño de origen románico y es el lugar de encuentro para dos romerías anuales, el 13 de mayo y el primer domingo de septiembre, fechas en las que el pueblo se reúne para celebrar sus fiestas patronales.
Aldeamayor de San Martín no es solo un lugar para visitar, sino una experiencia para vivir y recordar. Cada rincón de esta villa respira historia, desde sus antiguos vestigios romanos hasta las tradiciones vivas que siguen marcando el ritmo de su gente. Pasear por sus calles empedradas, descubrir la serenidad de “El Jardín de las Delicias” y participar en sus festividades es sumergirse en la esencia de Castilla, donde la tradición, la naturaleza y el tiempo se encuentran en perfecta armonía.
Ya sea para explorar el pasado en la Iglesia de San Martín de Tours, para admirar la belleza del humilladero de San Roque, o para disfrutar de un paseo bajo la sombra de los pinos en la ruta hacia la ermita de Compasco, Aldeamayor de San Martín invita a todo aquel que la visita a detenerse, a escuchar el susurro de la historia y a sentir la calidez de una comunidad que sigue viva en sus costumbres.
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